viernes, 1 de marzo de 2019

Criaturas sobrenaturales



Acuáticos[editar]

  • Ahuaque: Eran al igual que los Ehecatototín almas habitantes del tlalocan.
  • Ahuízotl: Era una criatura con forma de perro, manos de mono y con una larga cola que terminaba en una mano y con la que ahogaba a los incautos. Estaba al servicio de los dioses del agua, por lo que la víctima solo podía ser tocada por los sacerdotes luego de haber sido sacada del agua. Era símbolo de mala suerte y desgracia. En ocasiones el Ahuizotl lloraba como un niño atrayendo a quien se atreviese a ver de dónde procedía el sonido.
  • Ateponaztli: Un monstruo acuático al servicio de Tlaloc (el dios de la lluvia y del rayo) Habitante de lagunas y ríos, cuando Tlaloc quería algún alma él podía ir a buscarla.
  • Cipactli: el caimán en los cimientos de la Tierra, fue muerto por la lanza de Tezcatlipoca, aunque le arrancó a este el pie izquierdo, también llamado Tlaltecuhtli.
  • Cueyatl, eran horribles monstruos marinos que nacieron de la sangre y el odio de Cipactli hacia el humano, ya que, ella los culpaba por su mal estado. Eran monstruosas ranas con sangre y aliento venenoso que también era capaces de transformarse en una rana normal.
  • Mazacóalt: Uno de los sirvientes de Tlaloc (Dios de la lluvia y el rayo) era una gran serpiente que poseía una cornamenta de venado, solía habitar el mictlán.
  • Tlacamichin: son monstruos marinos, el término se refiere a las criaturas en las que se convirtieron los Atlantes (gigantes del cuarto sol) durante el final de su era.
  • Xicalcóatl: Serpiente con escamas negras al punto de parecer haber sido pulidas, tiene una jícara de hermosos colores en su espalda la cual hipnotiza a cualquiera que la vea.
  • Xochitónal: Un monstruo marino en forma de iguana gigante habitante del primer nivel del mictlán.

Inframundo[editar]

  • Ixpuxtequi: Era una de las cuatro deidades de la muerte. Su nombre, derivado del náhuatl, significa “cara rota”. En el Códice, esta deidad es representada como un ente con pies de águila. Los antiguos mexicanos pensaban que Ixpuxtequi vagaba por las noches por las calles y caminos para sorprender a los viajeros solitarios.
  • Xochicalcatl reptil gigante que vivía en Xochicalco, solía devorar a las personas ancianas para saciar su hambre. Hasta que el famoso héroe semidiós Tepoztécatl le dio muerte.
  • Macihuatli es un espíritu o demonio de origen azteca, que fue una diosa o una campesina que fue condenada por el dios Tláloc o Teotl por su pésimo comportamiento, vaga errante asustando a los hombres de mal comportamiento, los seduce y les revela su rostro de caneo caballo.
  • Camazotz un gigantesco murciélago sirviente de Mictlantecuhtli que descendió del Tlamoachan durante el final del cuarto sol. Vive dentro del noveno nivel del Mictlan posado al lado del señor de la muerte.
  • Chaneque: Los chaneques son criaturas mitológicas, entidades asociadas al inframundo cuya principal actividad es cuidar los montes y los animales silvestres. Se dice que son personas de aproximadamente un metro o metro veinte; tienen los pies al revés, el cuerpo deforme, poseen cola y carecen de la oreja izquierda, otros aseguran que son enanos con rostro de niños, y que adoran las travesuras.

Gigantes[editar]

  • Amoxoaque: hombres y mujeres árbol que solían habitar en bosques como guardianes de los mismos, seres naturales que tenían la capacidad de convertir en árbol a todo aquel que haya destruido algún árbol como consecuencia.
  • Atlanteotl Un gigantesco ser que cargaba sobre sus hombros las aguas primordiales sobre la cual el monstruo marino Cipactli nadaba. No existe el nombre de Atlanteotl para ese dios con forma semejante a Schu o Atlas. Es un mero invento. Alguien unió Atlan (que es un locativo que se traduce como "en el agua") con teotl 'dios', para así formar Atlanteotl como "Dios del Agua", aunque en realidad se traduciría como "Dios o divinidad en el Agua". El inventor de ello fue André Bonnet en su libro 'La divination chez les Aztlantes' Adyar-París, 1950.
  • Ganoko: Una raza de gigantes deformes habitantes de cuevas, solían violar a las mujeres y comerse a los niños.
  • Hueytlacome: Gigantes que se consideraba que eran tan viejos que ya existían cuando se cimentó el Segundo Sol. Según los Anales de Cuauhtitlán, los gigantes fueron creados por los dioses y, dado que no conocían la agricultura, su alimentación consistía en frutas silvestres, raíces y bellotas. En aquellos ayeres, los gigantes se saludaban diciendo “No se caiga usted”, porque el que se caía lo hacía para siempre.
  • Oxkokoltzec: Era una criatura gigantesca y deforme con brazos largos y delgados. Su fuerza era lo suficiente como para destrozar la carne de las personas con tan solo tocarlas.
  • Huehueytin: Los 4 titanes formados por los dioses Tezcatlipoca y Quetzalcóatl para levantar los trece cielos que se cayeron después del Diluvio Universal.

No-muertos[editar]

  • Maxiltiani: (en náhuatl: Maxiltialli, ‘sustituto‘) era una criatura encargado de castigar a las familias que hacían algo que ofendía a los dioses, normalmente el Maxiltiani jugaba con los niños inocentes ya que solo ellos lo pueden ver en su forma original, en algunas ocasiones los perdía o escondía para tomar su forma y así poder ser visible ante los ojos de todos. Según la leyenda, el primer Maxiltiani se hizo pasar por un dios siendo solo un criatura diseñada para el servicio de los dioses principales, por ello fue castigado por Itzpapálotl y condenado a no ser visible en su forma natural y solo ser visible una vez que robara una apariencia humana. Se dice que su apariencia real es muy espantosa su cuerpo está hecho con huesos internos y una piel muy dura que asemeja a un exoesqueleto, por eso suelen crujir cuando caminan o mueven su cuerpo, no puede durar mucho tiempo con una forma robada por lo que solo lo hacen cuando van a castigar a alguien por algún pecado cometido hacia los dioses.
  • Tlahuelpuchi: (singular) o Tlahuelpochime (plural), son seres femeninos y masculinos que se alimentan de sangre que solían moverse a gran velocidad entre las cosechas y pastizales, seres antropomórficos consagrados a Tezcatlipoca, dios de la oscuridad, puesto que la oscuridad les embargaba a su paso, ya que luego de cansarse en sus vanas pesquisas, cesaban de hacerlas y se dirigían al bosque en forma de vapor que inducía al hombre.
  • Tzitzimime: Demonios estrella de la oscuridad, que atacan al Sol durante los eclipses y amenazan la Tierra. De apariencia de esqueleto con pocos pedazos de carne salientes, de aproximadamente 2 metros de altura. Portaban un gran arco.

Bestias[editar]

  • Tlacatecólotl “Hombre búho”, dentro del folklore de los pueblos nahuas era un tipo muy temido de Nahualli, que presagiaba la muerte con tan solo su presencia, y entre otras cosas también era capaz de maldecir a cualquiera con tan solo verlo.
  • Ocelocolotl es un ser hibrido entre jaguar y alacrán. Un jaguar-guerrero humanoide con cola y tenazas de alacrán.
  • Tlemóyotl, mosquitos de fuego que se hacían presentes en los montes.
  • Telcalipoca: El gran oso.
  • Xiuhcóatl El máximo dragón de la mitología mexica que además fue usado por Huitzilopochtli como arma para defender a su madre Coatlicue, de su hermana Coyolxauhqui y sus 400 hermanos Centzon Huitznáhuac que planeaban asesinarla por deshonra.
  • Quatézcatl: Era un ave con un vistoso y hermoso plumaje de colores azul y blanco, también tenía un espejo en la cabeza donde se reflejaría el futuro de cualquiera que lo vea. Por lo general era representado del tamaño de una paloma (Aunque en ocasiones se le ilustraba de un tamaño mayor).
  • Nahual: Un hechicero o una bruja con la habilidad de cambiar de forma.
  • Tlacacóyotl criatura mitad hombre y coyote que vivía en Cuacoyotécatl. Un tipo de nahualli identificado como los licántropos.

Espectrales[editar]

  • Cihuapipiltin o “Cihuateteo”, seres cadavéricos aberrantes de las mujeres que murieron al parir y que no cumplieron sus años de servicio al dios Sol Tonatiuh, y que regresaban a la tierra a robar niños y a causar transgresiones sexuales, y si eran vistas por algún adulto, estas le auguraban su muerte.
  • Civatateo: almas de las mujeres muertas al dar a luz que guían al sol poniente en los cielos del Oeste. También acompañan a los guerreros al cielo.
  • Espaldilla: Mujer demoniaca de reducido tamaño y torcida figura que se aparecía en los basureros prehispánicos. Acosaba especialmente a quienes se aventuraban en las sombras a orinar. La espaldilla era velluda, deforme y tenía la cabellera hasta la cintura. Aparece y desaparece a su antojo.
  • Tlapehuiloni: son los fantasmas de mortales que no han podido pasar del primer estrato del inframundo.
  • Cachinipas dentro del folklore mesoamericano los Cachinipas eran espíritus malignos que tendían a perjudicar a los humanos.
  • Tlahuipuchtli, Su significado es "el sahumador luminoso." Fray Juan Bautista lo define como brujo que andaba de noche por las montañas echando fuego por la boca para espantar a sus enemigos, que enloquecían o morían a consecuencias del susto. Torquemada lo incluye entre los nahuales, que tenían propiedad de convertirse no sólo en animales, sino en fuegos. Por su parte, el autor del Códice Carolino, más racional, no cree en su existencia y estima que tales brujos no eran sino luciérnagas.
  • Tlacanexquimilli: Era un bulto de cenizas, un muerto amortajado, no tenía puestos los pies ni la cabeza, pues andan rodando por el suelo y emitiendo terribles gemidos que ponían los pelos de punta. Se creía que este espíritu era una ilusión de Tezcatlipoca. Aquel que tenía la desgracia de verlo, daba por seguro que pronto moriría, bien en la guerra, bien de enfermedad. Y tal era la magnitud del miedo que sentía que irremediablemente moría.

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